La medicina funcional es un abordaje terapéutico que conceptualiza la salud y la enfermedad como un contínuo, donde todos los sistemas biológicos interactúan dinámicamente con el medioambiente. Esta identifica y aminora las disfunciones en la fisiología y la bioquímica del organismo como el principal método para mejorar la salud.
La enfermedad crónica siempre se precede de alteraciones en las funciones de uno o más sistemas corporales. Cada paciente representa un único, complejo e integrado sistema de influencias medioambientales e intrínsicas que implican el desarrollo de un estado saludable o de enfermedad.
Sus fundamentos se basan en los siguientes principios:
La Medicina Funcional ha creado una innovadora forma de representar los síntomas, signos y las vías de la enfermedad que busca la representación de los 7 desbalances clínicos, creando un puente entre la ciencia basada en la literatura en relación a los mecanismos patofisiológicos de la enfermedad, los estudios clínicos, la experiencia clínica y los métodos diagnósticos alopáticos y holísticos.
Su enfoque se basa en 7 conceptos clínicos presentados a continuación.
Uno de los conceptos más importantes en la medicina funcional es la permeabilidad intestinal. Esta explicaría la mayoría de las patologías crónicas y las que involucran al sistema inmunitario como las diabetes tipo 2, la artritis reumatoide, la depresión, la tiroiditis de Hashimoto entre otras.
La permeabilidad intestinal corresponde al cuadro inflamatorio crónico que sufre el sistema digestivo debido a toxinas, alergias alimentarias, metales pesados, medicamentos como antibióticos, píldoras anticonceptivas y la alteración de la microbiota.
La inflamación crónica de la mucosa permite que proteínas no digeridas, toxinas, substancias inflamatorias – tales como las citokinas que permeabilizan la pared intestinal – circulen por el torrente sanguíneo alojándose en diferentes tejidos donde el sistema inmunitario las ataca generando una inflamación crónica mantenida. Es aquí donde la nutrición toma un rol fundamental, eliminando los alimentos a los que el paciente es sensible, recuperando la flora intestinal y los desbalances de vitaminas, minerales y elementos necesarios para recuperar los sistemas biológicos deteriorados.
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